¿Ignorada o Ignorancia?

Hola. Me llamo Caroline. ¿Mi edad? Creo que por ahora no os incumbe cuantos años llevo sobre este estúpido planeta. ¿Que por qué soy tan pesimista? Pues muy simple, deberíais saberlo desde que dije ese soso "hola" con el que pretendía parecer la más feliz del mundo. Intento fallido, pero por lo que veo es fácil engañaros.
Bueno, por no dejaros como los estúpidos de la película os contaré el por qué de algunas de mis desgracias (para seros sincera, sólo os contaré una).
Un día normal de instituto (sí, aquel sitio que más que un instituto parece una cárcel; ¿por qué? pues porque no se puede fumar, tampoco se puede estar con tu novio (a no ser que estemos a tres metros de distancia), porque no puedes mandar a la mierda a tus profesores, porque es obligatorio hasta los dieciocho años, etc). Llegué yo, y allí estaban mis compañeras. Todas acurrucadas en una esquina como si el mundo fuese a comerlas de un bocado (que no muerde, chicas).
Hola les dije amablemente. ¿Y sabéis qué? Ni tan siquiera me respondieron. Siguieron hablando sobre sus cotilleos. Sobre quién les parecía el más "guapo" del instituto (ojalá). Ya sé que os parezco una ignorante y una imbécil (no me ando con rodeos con mi lenguaje), pero aunque no os lo creáis, también tengo sentimientos. Pero ellas nunca se daban cuenta. Era como si mi rostro fuese transparente a ellas; no se daban cuenta de la tristeza que sentía cada vez que hablaba hacia el aire (o mejor dicho hacia la pared).
Y... ¡vale, vale! He de reconocer que me hago mucho la dura con ésto de los sentimientos, pero soy un ser humano más, ¿no? También lloro o río cuando mi cuerpo lo necesita; o sangro cuando me hago una herida. Aunque nadie me pregunte si estoy bien, sigo viva.
Sonó el timbre, y empezamos a caminar hacia clase. Yo estaba en silencio, mientras que el resto hablaban entre sí. Como habitualmente, yo me quedaba atrás, porque siempre había alguien que me adelantaba o de algún modo me hacía retroceder. ¿De verdad era tan invisible que ni tan siquiera la persona me veía y se colocaba donde estaba yo? Algunas veces hasta me reía, me sentía una ingenua. ¿Cómo iba a ser invisible para el resto?
En fin, creo que con ésto os resumo un poco cómo es cada día de mi vida (y si supieseis el resto...).
Hablando y hablando, esperando a que alguien venga y me pregunte: oye tú, ¿por qué hablas siempre sola?

No hay comentarios:

Publicar un comentario