No hay título

Estoy caminando. Tropiezo; alzo la vista y allí estás tú. Entonces me pierdo en tus dos ojos tan penetrantes. Tú estás de cuclillas, observándome; se oyen carcajadas desvaneciéndose en el aire, pero ya no tiene importancia. Te pones en pie y me ofreces tu mano; yo la acepto. Frente a frente contigo; a punto de arriesgarme al beso, pero me contengo.
Qué estúpida; ahora estoy aquí, encerrada entre tus más queridas obsesiones...

No hay comentarios:

Publicar un comentario