Incredulidad

—...¿QUÉ? —espetó Hayley de inmediato.

—Lo que oíste —entre la oscuridad se pudo apreciar una sonrisa blanquecina; ella recapacitó.

—Vale, ya sé lo que ocurre aquí. Creo que estoy en alguna clase de trance en el que... imagino que el Miedo es una persona —aclaraba para sí, dando vueltas sin conocer su rumbo—. Claro, ahora lo entiendo todo. Qué estupidez, y además es que...

—Soy real, Hayley, ¿es que no te has dado ya cuenta? —interrumpió el ser extraño que la acompañaba. Semejaba no estarle tomando el pelo en ningún momento. La luz de la pequeña se apagó y de repente e insconscientemente se sentó en aquel suelo sucio, como solía hacer cuando se sentía perdida. Cruzó las piernas y apretó los ojos muy fuerte.

—No me gustaría causarte una mala impresión, pero... ¿te importaría informarme de lo que estás haciendo ahí abajo? —preguntó burlescamente.

—¡Sh!... estoy intentando despertar —el hombre enarcó una ceja.

—Pequeña... ¿es que no te vas a dar cuenta de que...?

—Ya sé lo que ocurre, señorito. Estoy... SOÑANDO —soltó un burlón "JA" y se rió falsamente—. Ahora sí que le di en el clavo, ¿eh? ¿Dudabas de mi inteligencia, señor maligno? Pues en cuanto me despierte ya veremos quien existe aquí. ¡Adiós! —dijo por último, con un tono gracioso. Se oyó una risa malévola.

Entonces despertó.

Se encontraba tirada en su cama, con todas las mantas descolocadas. Una incesante luz que procedía de la ventana hizo que Hayley se diera cuenta de que todo había sido un simple sueño. Se levantó y frotó sus ojos para asegurarse de que se había despertado y que todo había vuelto a la normalidad.

Querido diario:

Hoy he soñado algo muy extraño. Soñé que había conseguido entrar en el cuarto; todo estaba en la oscuridad, no podía ver nada, pero no sé cómo conseguí que el Miedo no se apoderara de mí. Cerré mis ojos y por un momento pensé en mamá. Cuando estuve a punto de derramar una lágrima sentí que había alguien que estaba conmigo y entonces oí una voz grave y firme, al principio me sentí algo asustada, pero decidí que era mejor empezar ahora que nunca. Me enfronté a aquel ser y le pregunté quien era, ¿y sabes qué me respondió? Que era el Miedo en persona. Ridículo, ¿verdad?

Todavía no entiendo a que vino este sueño, normalmente siempre soñaba con mamá, o conmigo misma cayéndome en la oscuridad. Tal vez signifique algo, tal vez pueda volver a sonreír pronto. Eso espero, la esperanza siempre se hallará en mí, ya lo sabes tú bien, querida amiga.

Gracias por escucharme,

Hayley.